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Tuesday, June 13, 2006

Participación en la organización educativa

Es importante recordar que las organizaciones modernas incorporan la participación como una herramienta de gestión efectiva, pues permite que la información fluya desde los niveles inferiores hacia los niveles superiores o directivos. Muchos de los problemas operativos en una organización tienen que ver con el desconocimiento que tienen los niveles directivos sobre lo que ocurre en los niveles inferiores y a la inversa.

En este sentido, Zepeda (1999: 152) plantea que, “es común que las organizaciones que emprenden los programas de calidad total o de reingeniería abran espacios importantes a la participación, la cual es un requisito esencial para los mismos”. Estos espacios dicen relación con la capacidad de tomar decisiones a nivel departamental o de equipos de trabajo.

Por su parte, dentro del ámbito de las organizaciones distintas a las educativas, Senge (2000: 185) sostiene que, “participación es principalmente un proceso de escuchar a la gente, no de mandarles comunicaciones”. Esta afirmación también puede aplicarse a las organizaciones educativas. La participación para este autor representa un cambio fundamental en las relaciones de los miembros que ocurren al interior de las organizaciones.

En general, en el ámbito educativo, la participación tiene que ver principalmente con la presentación de propuestas curriculares y expresión de opiniones respecto de temas pedagógicos de interés para la unidad educativa. Además, en muchos establecimientos educacionales se observa la participación de los profesores en la toma de decisiones en aspectos institucionales, tales como, en la elaboración y ejecución del Proyecto Educativo Institucional (PEI), en la definición de normas disciplinarias, en la distribución horaria de asignaturas y en la elaboración del Plan Anual de Desarrollo.

Por otra parte, aunque en los últimos años se observa que los profesores tienen una mayor participación en la toma de decisiones pedagógicas, estos están ausentes en todas las decisiones relacionadas con la gestión institucional. Esta situación se debe a que tradicionalmente la gestión administrativa radica en los directivos y la gestión pedagógica, que está subordinada a la primera, radica en los profesores.

Zepeda (1999: 152), por su parte, plantea que el aseguramiento de mecanismos eficientes de participación acarrea los siguientes beneficios a las organizaciones:

a) Identificación de los problemas operativos que impactan a los clientes, a los usuarios o a los beneficiarios de la misma.

b) Aprovechamiento de la experiencia y de la creatividad del personal directivo operativo y de los mandos medios en la solución de los problemas.

c) Mayor energía y compromiso organizacional en la aplicación de las soluciones propuestas.

d) Mayor satisfacción del personal involucrado en estas acciones.

e) Generalmente, mayor velocidad de reacción y mejores resultados.

A la luz de lo expuesto anteriormente, se puede afirmar que para el buen funcionamiento de la organización educativa y el fortalecimiento de las acciones pedagógicas tendientes a mejorar la calidad de la educación, el director ha de promover la participación entre los docentes, y proveer de espacios para la reflexión crítica pues éstas ayudan a evaluar el quehacer pedagógico en su integridad y muchas decisiones son fruto de una serie de reflexiones con los docentes. Todo esto implica:

- Estimular la participación de los docentes en los diversos procesos pedagógicos.

- Desarrollar mecanismos de colaboración entre los docentes y entre éstos y la dirección.

- Integrar los aprendizajes de las reflexiones al desarrollo personal.

- Sistematizar instancias formales para la discusión entre los docentes.

- Aprovechar las instancias de reflexiones para las mejoras estratégicas.

Por otra parte, la organización educativa debe ofrecerle a los docentes la posibilidad de manifestar sus opiniones en procura de un aprendizaje organizacional permanente. Esto requiere:

- Establecer relaciones empáticas con los docentes que faciliten la libre expresión de opiniones.

- Encontrar el espacio común entre los intereses de los docentes con los intereses de la organización.

Por otra parte, y como una forma de estimular la participación de la comunidad educativa, el director ha de difundir el Proyecto Educativo Institucional (PEI) y asegurar la participación de todos los actores en la planificación y ejecución de dicho proyecto. Esto requiere que el director desarrolle las siguientes tareas al interior de la unidad educativa:

- Comunicar el proyecto educativo de la organización.
- Promover el desarrollo de una visión compartida del proyecto educativo.
- Procurar que los cambios al interior de la unidad educativa se reflejen en la planificación del establecimiento.

- Asegurar que la planificación se base en información relevante, considerando a los actores del contexto interno y externo.


Referencias Bibliográficas

- ZEPEDA, F. (1999). Psicología Organizacional. México: Addison Wesley Longman.
- SENGE, P. (1992). La Quinta Disciplina: El Arte y la Práctica de la Organización Abierta al Aprendizaje. Buenos Aires: Ediciones Granica. S.A.

Autor: Fernando Vera. MA en investigación educativa y MA en Ciencias de la Educación con Mención en Administración y Gestión Educativa (c).

1 comment:

Isaias Acuña said...

exelente blog... felicitaciones

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