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Saturday, March 09, 2013

Aprendizaje Situado: ¿Son nuestras Propuestas Curriculares Efectivas?

En general, entendemos por aprendizaje situado aquellas experiencias de aprendizaje en las cuales relacionamos lo aprendido en el aula con aquello que se necesita fuera de ella. La idea central es que mientras más general sean los contenidos menos serán las posibilidades que los estudiantes los transfieran a situaciones del mundo real. Es un buen punto que es necesario considerar al abordar los contenidos de una asignatura. En todo caso, son los propios estudiantes quienes normalmente tratar de ver la utilidad práctica de lo que les estamos enseñando.
 
Ahora bien, si el docente es monotemático en sus propuestas curriculares, es muy probable que aquello que los estudiantes aprenden en una sola situación, sea difícil que lo transfieran a otras. Por tanto, es necesario asegurarse de que los estudiantes interactúen en una variedad de contextos y situaciones. La transferencia, que llamaré “capacidad transferencial”, aparentemente depende de la cantidad de práctica que realicen los estudiantes en una tarea determinada (Kotovsky & Fallside, 1989, citados en Anderson et al., 1996). En tal sentido, en muchas propuestas curriculares “se aprecia una gran brecha entre el referente formativo (propuesta curricular) y el referente productivo (necesidades del mercado)” (Vera, 2013, p. 1). Claramente, el aprender de manera abstracta resulta poco significativo para los estudiantes.
 
El aprendizaje situado también depende de las habilidades que nuestros estudiantes traen. Es probable que en este punto el docente se encuentre con ciertos desniveles competenciales. Por tanto, será necesario esforzarse en fomentar ciertas habilidades, tales como, pensamiento crítico y trabajo cooperativo. Precisamente, Johnson y Jonhson (1989) defienden las ventajas del aprendizaje cooperativo, que, en términos generales, consiste en hacer trabajar a los estudiantes con pares de características similares para así potenciar sus conocimientos y habilidades individuales.
 
Actividades Situadas
 
Como señalé, el aprendizaje situado tiene que ver esencialmente con crear significado a partir de actividades reales, en contextos reales. Veamos algunos ejemplos:
  • Salidas a terreno para que los estudiantes participen de manera activa en un ambiente real;
  • Actividades colaborativas y experiencias de internado para que los estudiantes se sumerjan en un ambiente de trabajo real;
  • Simulaciones para replicar prácticas en ambientes del mundo real; y
  • Actividades de laboratorio para que los estudiantes se involucren en situaciones reales.
En este sentido, el aprendizaje situado presenta, entre otras, las siguientes características:
  • Entrega contexto auténtico que refleja la forma en que el conocimiento se usará en la vida real;
  • Se apoya en la construcción colaborativa de los conocimientos;
  • Promueve la reflexión para que los estudiantes comprendan las abstracciones;
  • Permite que el conocimiento tácito se haga explícito; y
  • Permite evaluar los aprendizajes de manera integral en la ejecución de las tareas.
Como es de notar, estas actividades permiten que los estudiantes se involucren activamente en problemas del mundo real. El aprendizaje situado se centra fuertemente en la práctica, lo que permite al estudiante situarse en experiencias de aprendizaje significativo. Lo anterior implica que dichas experiencias dependen fundamentalmente de la interacción social y de la actividad kinestésica, en contextos preferentemente reales, o en su ausencia, simulados.
 
Comparativamente, el aprendizaje tradicional ocurre desde un enfoque abstracto, es decir, a través de clases magistrales (frontales) y libros. Sin embargo, el aprendizaje situado ocurre a través de las relaciones que se establecen entre los estudiantes y de su capacidad para vincular sus conocimientos previos con actividades contextuales, auténticas, informales y no intencionadas. Según Stein (1998), el aprendizaje situado se caracteriza por lo siguiente:
  • El aprendizaje se fundamenta en situaciones cotidianas;
  • El conocimiento se adquiere en situaciones y se transfiere sólo a situaciones similares; y
  • El aprendizaje es el resultado de un proceso social y supone formas de pensar, percibir y resolver problemas.
En síntesis, diseñar actividades situadas supone pensar el proceso de enseñanza-aprendizaje en términos prácticos y cuestionarse si nuestras propuestas curriculares están realmente contribuyendo a una formación efectiva para el mundo del trabajo.
 
Referencias Bibliográficas
 
Anderson J., Reder, L. y Simon, H. (1996). Situated Learning and Education. Educational Researcher, Vol. 25, No. 4, pp. 5-11. Recuperado el 24 de febrero de 2013 de: http://people.ucsc.edu/~gwells/Files/Courses_Folder/ED%20261%20Papers/Anderson,%20Reder_Pt1.pdf
Stein, D. (1998). Situated Learning in Adult Education. ERIC Digest No. 195Recuperado el 22 de febrero de 2013, de: http://www.eric.ed.gov/PDFS/ED418250.pdf
Vera, F. (2013). Carreras de Turismo; ¿Están las Propuestas Curriculares respondiendo a las Necesidades Formativas de la Industria? Recuperado el 1 de marzo de 2013, de: http://www.trabajosfernandovera.blogspot.com/search?updated-min=2013-01-01T00:00:00-08:00&updated-max=2014-01-01T00:00:00-08:00&max-results=8
 

 

 


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