En este trabajo
su autor aborda la innovación que ocurre en el sector educativo,
específicamente en el ámbito del currículum de las Instituciones de Educación
Superior (IES) chilenas. Se asume que la innovación es esencialmente un proceso
de implementación de nuevas ideas y que, como fuerza impulsora, contribuye a
elevar los estándares de calidad de las propuestas curriculares.
Una aproximación a la innovación
Convengamos
en que la innovación surge, primero, como una iniciativa personal producto del
desasosiego de algunos individuos, que son más inquietos, observadores,
críticos y autocríticos, y, por sobretodo, más creativos que el resto. Sin
embargo, también asumamos la necesidad de integrar a los demás, permitiéndoles
participar más activamente en la
experiencia, pues el trabajo colaborativo y la conformación de equipos de
trabajos son factores críticos de éxito (FCE) de toda innovación. Al respecto, Smith
(2009) sostiene que, si bien la innovación emerge de la capacidad visionaria de
los individuos, necesita que diversos actores relevantes jueguen un rol y se
involucren de manera efectiva en el ciclo de un proceso de innovación.
A modo de
contextualización, según la definición del Manual de Oslo reconocida por los
países de la OECD (2005), La innovación es la implementación de un nuevo
producto o servicio, proceso, nuevo método de mercadeo o un nuevo método
organizacional en las prácticas institucionales, la organización del trabajo o
las relaciones externas.
Si
analizamos la definición anterior, podemos advertir que la innovación es más
que la generación de nuevas ideas o la diseminación de conocimiento, remite esencialmente
a introducir cambios o hacer las cosas de manera distinta. Por su parte, la
implementación es crucial, pues sólo las ideas que son implementadas producen
un impacto en la sociedad. La
implementación es, por tanto, el elemento que separa el conocimiento y la
invención de la innovación, como valor de posicionamiento competitivo de las Instituciones
de Educación Superior (IES).
En tal
sentido, las IES tienen un gran desafío, pues la implementación de nuevas ideas
supone procesos interactivos e iterativos que deben incluir a los diversos
actores relevantes. Esta forma de concebir la innovación, desde la implementación,
requiere nuevas competencias multidisciplinares en los profesionales de la
educación y, por ende, la formación de dichas competencias en nuestros
estudiantes. De allí que la participación de las IES en redes colaborativas,
tanto a nivel nacional como internacional, ese esencial. El establecimiento de
estas relaciones simbióticas será un gran desafío para las universidades
privadas de nuestro país, esto debido a que las universidades del Consejo de
Rectores de Universidades Chilenas (CRUCH) ya han realizado diversas acciones en la línea
del trabajo colaborativo.
En este
contexto, una IES innovadora debe evidenciar una serie de características que
podríamos agrupar en dos categorías competenciales:
- Competencias estratégicas: visión a largo plazo; capacidad de identificar y anticiparse a las tendencias del mercado educativo; disposición de la autoridad para cambiar y diseminar el cambio; y
- Competencias institucionales: capacidad de asumir el riesgo controlado; cooperación interna entre las diversas unidades, colaboración abierta con los consultores externos; involucramiento en los procesos de cambio; e inversión en capital humano.
Desde el
punto de vista de las redes institucionales colaborativas, se enfatiza la
importancia de la transferencia de ideas, competencias, conocimientos y señales
de todo tipo. Al respecto, en el Encuentro de Centros de Apoyo a la Docencia (ECAD)
2012, realizado en la Sede Pucón de la Universidad de la Frontera, muchos
agentes de cambio, principalmente del sector CRUCH y muy pocos del sector
privado, tuvimos la oportunidad de compartir nuestras ideas y proyectos de
mejoramiento de la docencia universitaria, muchos de ellos con foco en la
innovación.
Así, claramente
el establecimiento de redes entre IES es la mejor forma que tenemos para que
este tipo de información circule y se comparta, al alero de la estructura
institucional. Sin embargo, este enfoque sistémico de la innovación supone
centrar la atención en el desarrollo de políticas, con énfasis en la
interacción entre instituciones y en el fomento de procesos interactivos de
creación de conocimientos, y en la difusión y aplicación de estos nuevos
conocimientos. Dada la cultura organizacional arraigada en muchas
instituciones, especialmente del sector privado, no es fácil instalar la idea
de innovar de manera sistémica.
¿Qué es la innovación curricular?
Luego que
hayamos resuelto las interrogantes anteriores, clarifiquemos la visión que
deseamos para nuestros estudiantes en términos de prioridades. Sugiero no
excederse en ellas, sólo bastará con un máximo de tres prioridades. Una vez que
hayamos establecido nuestras prioridades pedagógicas, analicemos si ellas se
enmarcan dentro de los propósitos establecidos en el modelo educativo o en el
Proyecto Educativo Institucional (PEI). Recordemos que toda innovación
curricular debe supeditarse a las necesidades curriculares establecidas por la institución
en la cual enmarcaremos nuestro proyecto de innovación curricular.
Clarificado
lo anterior, es necesario socializar nuestra idea de innovación para así
comenzar a conformar los necesarios equipos de trabajo, pues este tipo de
experiencia se basa fundamentalmente en el trabajo colaborativo. En conjunto
con nuestros colegas, tenemos que discutir sobre el propósito de la innovación.
Por ejemplo, se puede pensar en crear
una propuesta curricular institucional nueva, mejorar una propuesta curricular
institucional existente o bien diversificar la propuesta curricular
institucional actual. También se podría pensar en términos de los componentes
del currículum, tales como lecciones, aprendizaje fuera del aula, vinculación
con el medio, etc.; en enfoques
metodológicos y evaluativos que satisfagan las necesidades de los estudiantes o
bien en el tipo de experiencia que los estudiantes necesitarán en su futura
vida laboral.
Como vemos
hay muchas formas en que nosotros los docentes podríamos producir cambios en el
currículum. Por ejemplo, podríamos cambiar la forma en que enseñamos,
focalizarnos en la co-responsabilidad de nuestros estudiantes, introducir
lecciones de un día o de una semana, cambiar el sistema de evaluación, hacer un
giro hacia el uso de Tecnologías de la Información y Comunicación (TIC), etc.
En todo
caso, una propuesta curricular bien diseñada generalmente evidencia las
siguientes características:
- Se focaliza en las necesidades, aspiraciones e intereses de los estudiantes;
- Emplea el tiempo, el espacio, los recursos, los enfoques de enseñanza, los enfoques de aprendizaje y los sistemas de evaluación de tal manera de satisfacer las prioridades pedagógicas;
- Es revisada de manera regular para asegurase que se estén produciendo los impactos deseados sobre los estudiantes y su aprendizaje; y
- Evoluciona en relación con los cambios en los estilos de aprendizaje de los estudiantes.
Según el
Manual Oslo (OECD, 2005), la investigación sobre innovación ha identificado
diversos factores humanos, sociales y culturales que favorecen la operación
efectiva de la innovación, a nivel institucional. Estos factores se relacionan
directamente con el aprendizaje organizacional, que según Senge (1999) se ve
fuertemente influenciado por la capacidad de los miembros de una organización de
crear de manera permanente.
La filosofía
de la organización inteligente o del aprendizaje organizacional ha sido
adoptada por muchas organizaciones como una estrategia para responder a los
desafíos futuros. En general, el campo del aprendizaje organizacional explora
formas para ayudar a las organizaciones a desempeñarse de manera efectiva y a
las personas que las conforman, a alcanzar su total potencial. Este campo
disciplinario tiene sus raíces en un conjunto de principios, valores, y
disciplinas surgidas de la teoría que Senge (1999) desarrolló a principios de
los años 90. El espíritu de las organizaciones inteligentes reside en las
personas. En otras palabras, “las organizaciones sólo aprenden a través de
individuos que aprenden. El aprendizaje individual no garantiza el aprendizaje
organizacional, pero no hay aprendizaje organizacional sin aprendizaje
individual” (Senge, 1990, p. 179). En consecuencia, para que dichas personas creen
e innoven para mejorar, se requiere que la alta dirección promueva la
instalación de una organización abierta al aprendizaje, a la adaptabilidad y al
cambio. Suponiendo que se da la anterior condición, los factores de
transferencia que se identifican comúnmente son: canales efectivos de
comunicación, interacciones informales entre las personas, trabajo colaborativo
y cultura organizacional pro cambio.
A modo de conclusión
Independiente
del ámbito de intervención, la innovación es un proceso de renovación
permanente orientado al mejoramiento institucional. En el sector de la educación
superior, constituye una forma efectiva de adaptarse a las necesidades de los
estudiantes y a los cambios de la sociedad.
Por su
parte, la innovación curricular es claramente un proceso que se inicia de
manera individual, pero que luego debe integrar a diversos actores de la unidad
educativa, pues su implementación requiere el trabajo colaborativo en
diferentes niveles. Este tipo de experiencia supone el establecimiento de
ciertas prioridades pedagógicas, las cuales deben responder a los propósitos
establecidos en el PEI. En cualquiera de sus versiones, la innovación siempre
apunta al mejoramiento y adecuación de los procesos organizacionales. Por
tanto, requiere de la participación activa de los actores relevantes de la
institución educativa, en donde se planea llevar a cabo la experiencia.
Nota: Aprovecho de compartir siguiente video:
Referencias Bibliográficas
-
OECD (2005) Oslo Manual Guidelines for collecting and interpreting innovation data, 3rd edition, OECD and European Commission, Paris. Recuperado el 10 de octubre de 2012, de: http://www.oecd.org/science/innovationinsciencetechnologyandindustry/2367580.pdf
- Senge, P. (2000). La Danza del Cambio. Los Retos de Sostener el Impulso en Organizaciones Abierta al Aprendizaje. 1° Edición. Bogota-Colombia: Editorial Norma, S. A.
- Smith, K. (2009). Innovation in Public Education: Problems and Opportunities. NewsSchools Venture Fund. Recuperado el 15 de octubre de 2012, de: http://www.newschools.org/files/innovation-in-education.pdf