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Thursday, July 20, 2006

Incidencia de la Gestión Escolar en los Resultados Académicos de las Alumnas del Colegio República Argentina

RESUMEN

La presente investigación: “Incidencia de la Gestión Escolar en los Resultados Académicos de las Alumnas del Colegio República Argentina”, adscrita al paradigma de calidad en educación, aborda el tema de la calidad en la educación asociada a la gestión global de la institución. Dentro de este marco, se plantea el objetivo general: Analizar el grado de incidencia que tiene la gestión escolar en los resultados académicos de las alumnas del colegio República Argentina de la ciudad de Rancagua. Para este efecto se han tomado los referentes conceptuales sobre el modelo de gestión escolar de la Fundación Chile, los conceptos de gestión escolar de Alvariño, Pozner, Hodge, Honkhol y Weistein, calidad de la educación de Amagi y Weistein, y misión y visión de Senge.

Metodología: Para analizar el perfil de gestión escolar del centro educativo estudiado se elaboraron dos cuestionarios – uno abierto-cerrado y otro cerrado –, los cuales se aplicaron a una muestra de 11 sujetos y cuya validación se llevó a cabo a través de la consulta a jueces externos procedentes de otras instituciones educacionales de la Sexta Región.

Resultados: A través de la aplicación de los instrumentos se ha podido valorar la importancia de los distintos factores de la gestión escolar y su incidencia en los resultados escolares de las alumnas de la institución educativa estudiada. Los datos recogidos ofrecen una referencia sobre el comportamiento de dichos factores y la percepción de los docentes y directivos en relación a su incidencia en los logros de aprendizaje de las alumnas de la institución estudiada.

Con las palabras claves de: Gestión, Gestión Escolar, Calidad, Factores, Aprendizajes.


ABSTRACT

This investigation, “Incidence of Management on the Academic Results of Pupils at Colegio República Argentina”, inscribed in the education quality paradigm, embraces the issue of education quality relating to the institution’s global management. Within this framework, the general objective is set as follows: To analize the degree of incidence that management has on the academic results of pupils at Colegio República Argentina, in the city of Rancagua". To this effect, the conceptual references on school management of Fundación Chile have been taken, as well as those relating to school management by Alvariño, Pozner, Honkhol and Weistein, those relating to education quality by Amagi and Weistein, and those relating to mission and vision by Senge.

Methodology: In order to analyze the management profile of the educational center studied, two questionnaires were elaborated – an open-close questionnaire and a close questionnaire -, which were applied to a sample of 11 subjects and whose validation was carried out through a consultation to external judges from other educational institutions in the Sixth Region.

Results: The application of the instruments has allowed appraising the importance of the various factors of management and their incidence on the school results of the pupils of the educational institution studied. The collected data provides a reference framework on the behavior of said factors and the perception of the teachers and managers in relation to their incidence on the learning achievements of the pupils at the institution studied.

With the keywords: Management, School Management, Quality, Factors, Learning.

Author: Fernando Vera. Magíster en Ciencias de la Educación con Mención en Administración y Gestión Educacional. Magíster en Investigación Educativa (c).

¿Cómo motivar a nuestros estudiantes?

No entraré a conceptualizar qué se entiende por motivación, pues definiciones abundan por doquier. Sí creo que la motivación está directamente relacionada con los logros de aprendizaje. Mucho tiene que ver la propia motivación del profesor en relación a la disciplina que enseña, la función docente y sus propias convicciones sobre la enseñanza y los aprendizajes. En cualquier caso, todo tiene directa influencia en los aprendizajes, por tanto, podemos decir que mientras más motivado esté el estudiante más aprenderá. En otras palabras, cuando se aprende de manera significativa se evidencia un fuerte componente motivacional, por lo que la automotivación se incrementa de manera natural.

Algunos consejos prácticos para motivar a nuestros estudiantes:

  1. Motive de manera intrínseca más que extrínseca. Si necesita recurrir a estímulos externos, sea breve.
  2. Establezca un buen rappport a través de una comunicación franca y clara.
  3. Considere los intereses de los estudiantes e incorpórelos en las unidades de aprendizaje.
  4. Sea optimista transmitiendo siempre vibras positivas en el entorno.
  5. Comunique los objetivos de aprendizaje con claridad.
  6. Negocie con los estudiantes para asegurar el éxito de los objetivos de aprendizaje.
  7. Diversifique las situaciones de aprendizaje. (De este modo logrará que los estudiantes que saben más o menos se beneficien siempre).
  8. Ayude a los estudiantes a lograr los objetivos de aprendizaje de manera colaborativa.
  9. Cree ambientes propicios para que fluya la imaginación y la creatividad.
  10. Promueva una actitud ganadora sinergizando el potencial a través del trabajo en equipo.
  11. Suavice la corrección de errores, alentando la autocorrección.
  12. Evite la clase frontal optando por metodologías activas.
  13. Llene el aula de emociones y sentimientos positivos.
  14. Aníme a los estudiantes a entender que el éxito y/o fracazo académico se debe a los propios esfuerzos.

Autor: Fernando Vera. Magíster en Ciencias de la Educación con Mención en Administración y Gestión Educacional. Magíster en Investigación Educativa(c).



Monday, July 17, 2006

Gestión escolar: precisando el concepto

Dado que los sistemas educacionales están permanentemente sometidos a transformaciones estructurales, se ha introducido el concepto de gestión, proveniente del mundo empresarial, como una forma de responder a dichas transformaciones, ya sea a nivel macro o micro. A nivel macro podemos hablar de gestión educacional, como aquella disciplina encargada de la gestión global de los sistemas educacionales y de la creación de políticas educativas tomando como referente el marco curricular nacional, mientras que a nivel micro podemos situar a la gestión escolar como aquella disciplina que enfatiza principalmente el trabajo en equipo y, en consecuencia, el aprendizaje organizacional, tendientes a la generación de procesos que permitan diagnosticar, planificar, implementar y evaluar el quehacer pedagógico de la institución educativa. La gestión escolar, por tanto, puede ser entendida como la capacidad de dirigir una organización educativa tendiendo como principal foco la generación de aprendizajes, e involucrando a las diversas dimensiones que allí se dan cita.

Por otra parte, dado que gestionar una organización educativa dice relación con la función formadora que allí se ejerce- a diferencia de la función productiva de la empresa -, resulta fácil concluir que la gestión escolar es mucho más compleja: la función formadora involucra la formación de ciudadanos en valores espirituales, personales y sociales, que les permita desarrollarse como personas y contribuir, de manera efectiva, al desarrollo de la nación. Esto implica, en consecuencia, la producción de aprendizajes y saberes que la sociedad actual requiere y exige a todos los ciudadanos.

Lavín, Del Solar, Fischer e Ibarra (2002:24), respecto de la diferencia entre organización educativa y organización productiva, señalaron que: "Es una institución social, que cumple un rol, una función central – aunque no exclusiva – para la sociedad: la función de formar ciudadanos, es decir, personas con capacidad de construir una vida de calidad, para sí y para otros; desempeñarse económica, social, cultural y políticamente y contribuir a los procesos de desarrollo social. Si bien vemos que la institución escolar comparte con otras instituciones esas funciones, también podemos afirmar que es la única institución social encargada de promover sistemáticamente esos aprendizajes".

Pozner (2000: 8), respecto del concepto de gestión escolar, planteó que ésta puede ser entendida como “el conjunto de acciones, articuladas entre sí, que emprende el equipo directivo en una escuela, para promover y posibilitar la consecución de la intencionalidad pedagógica en y con la comunidad educativa”. Esta autora plantea que, aparte de la ejecución de reglamentaciones, la gestión escolar debe preocuparse además de la calidad y cantidad de los aprendizajes que se produzcan en la institución educativa.

Por otra parte, generalmente cuando se habla de gestión se la confunde con administración, y sus parámetros de funcionamiento se los asocia con eficacia. Por lo cual es preciso aclarar este último concepto. Hodge, Anthony y Gales (2003: 79), plantearon que la eficacia puede medirse ya sea desde el enfoque de la meta o desde el enfoque de los recursos. Desde el enfoque de la meta, “la eficacia se define en función de si la organización consigue sus metas y en cuánta medida las logra”. Desde el enfoque de los recursos, “la eficacia se mide según el grado hasta donde llega una organización para obtener del entorno los recursos necesarios para conseguir sus fines”.

Como sea, existe consenso entre los diversos autores que la gestión escolar o también llamada gestión directiva o pedagógica, debe tender al logro de los objetivos y metas educacionales, atendiendo a las necesidades básicas de los alumnos, de los padres, de los docentes y de la comunidad toda, en pos de un modelo de país solidario, ético y participativo. Todos estos aspectos, en su conjunto, permitirían configurar entornos propicios para que se produzcan los aprendizajes esperados en los alumnos y alumnas, por tanto, la gestión escolar se sitúa a nivel micro, en el seno de las instituciones educativas.

Por otra parte, se podría agregar que la gestión escolar tiene que ver con el gobierno y la toma de decisiones a nivel de la institución educativa. Este gobierno debe ser participativo, pues por las características específicas de los procesos educativos, la toma de decisiones en el nivel institucional es una tarea colectiva que involucra a muchos actores. La gestión escolar supone, en consecuencia, una nueva forma de comprender y conducir la organización escolar de tal manera que la labor cotidiana de la enseñanza llegue a ser un proceso práctico generador de decisiones y comunicaciones específicas que tienden al mejoramiento de las prácticas educativas, a la exploración y explotación de posibilidades, y a la innovación permanente como proceso sistemático.

Autor: Fernando Vera, Magíster en Ciencias de la Educación con Mención en Administración y Gestión Educacional y Magíster en Investigación Educativa(c).

Referencias:
HODGE, B. J., ANTHONY, W. P. Y GALES, L. M. (2003). Teoría de la Organización. Un Enfoque Estratégico. Madrid: Prentice Hall.
LAVÍN, S., DEL SOLAR, S.; FISCHER, M. E IBARRA, J. C. (2002). La Propuesta CIGA: Gestión de Calidad para Instituciones Educativas. Santiago: LOM Ediciones.
POZNER, P. (2000). El Directivo como Gestor de Aprendizajes Escolares. Buenos Aires: Aique.

Apendizaje de inglés bajo un nuevo modelo social

Sin lugar a dudas, aprender inglés hoy es una necesidad. Los tratados internacionales que posibilitan que nuestra economía se internacionalice, los diversos procesos de globalización y el vertiginoso avance de las tecnologías de la información y comunicación, hacen necesario prepararse en este idioma para enfrentar mejor los desafíos de la órganización moderna. Tomando este contexto como referente, diversas instituciones de Educación Superior han incorporado en su propuesta curricular la enseñanza y aprendizaje de inglés como lengua extranjera. Por su parte, el Ministerio de Educación de nuestro país también ha respondido a dicha necesidad con políticas educativas que apuntan a intensificar el uso del idioma inglés en nuestro sistema educativo.

Todo lo anterior es alentador para los profesores de inglés, pues implica más y mejores trabajos y, en definitiva, mejores oportunidades para el desarrollo de la carrera de Profesor de Inglés. Ya muchos profesores se han embarcado en cursos de perfeccionamiento en áreas de metodologías y algunos en cursos para mejorar su competencia comunicativa. Se observan muchos esfuerzos en diversos frentes, sin embargo, el actor más importante de este proceso de innovación y de adaptación a los cambios globales, es decir, el aprendiente, parece no estar respondiendo de manera adecuada a uno de los desafíos que enfrenta nuestra educación. Lamentablemente, son pocos los alumnos que aprecian los esfuerzos que hacen sus profesores para lograr internalizar la lengua de Shakespeare. El aprendizaje del idioma inglés, como de cualquier otra disciplina, es una tarea eminentemente individual. No existen las recetas mágicas, o una suerte de trepanación cerebral, que nos permita, a través de un solo toque de la varita o del borne, adquirir una nueva lengua. Sí es importante reconocer la labor que muchos profesores hacen en el ámbito de facilitar las condiciones que permitan que la nueva lengua se aprenda con mayor facilidad y motivación, pero es precisamente este último aspecto el más resentido en los procesos de enseñanza y aprendizaje de inglés como lengua extranjera, y, muy especialmente en los sistemas de inglés de la Educación Superior de nuestro país.

En primer lugar, convengamos en que todo aprendizaje debe partir por un fuerte componente motivacional, aunque, tratándose del idioma inglés en niveles de Educación Superior, también podría aceptarse un componente instrumental, es decir, asumir su estudio porque es necesario y porque nos servirá en un futuro laboral. Podríamos, por tanto, aceptar cualquiera de estas dos situaciones: aprender por motivación o aprender por instrumentalización. Si ninguna de estas condiciones se da creo que no es posible el aprendizaje de inglés como lengua extranjera. Entonces, es claro suponer que hay que lograr que nuestros alumnos se motiven o que comprendan la importancia de aprender inglés hoy. Sin embargo, estamos refiriéndonos a un proceso dual, es decir, enseñanza y aprendizaje, cada uno con sus actores, quienes deben responder de manera cooperativa para lograr los objetivos que se esperan. A mi juicio, muchos alumnos asumen que estudiar una disciplina es una tarea que depende fundamentalmente del profesor, cuando en verdad depende fundamentalmente de ellos mismos. Hoy se enfatizan los procesos de aprendizaje por sobre los procesos de enseñanza, con lo cual se quiere precisar que son los aprendientes los llamados a responder. Hoy más que nunca en los sistemas educacionales de todo el mundo se enfatizan sistemas de enseñanza y aprendizaje con fuertes componentes constructivistas.

Las tradicionales clases frontales, al menos, en el área de aprendizajes de lenguas extranjeras, hace tiempo que están en retirada. Sin embargo, aún es posible advertir resabios de su fuerte utilización en alumnos que ingresan a la Enseñanza Superior con visibles componentes de conductivismo. Entonces, es aquí precisamente donde se producen situaciones pedagógicas, a veces críticas, pues el alumno exige que “se le enseñe” y no advierte que se le están presentando oportunidades para que el aprenda a aprender. Entonces el alumno utiliza sus habituales formas de reaccionar: “el profesor es malo”, “el inglés es una asignatura difícil”, etc. Analicemos el primer comentario: lo primero que se me ocurre es decir que el alumno que hizo tal comentario es un típico producto del conductivismo, pues está acostumbrado a que sea el profesor quien le entregue todo listo. No amigo. El mundo hoy funciona bajo un paradigma totalmente distinto. Aprender es su responsabilidad. Respecto del segundo comentario, se me ocurre decir que colocar al idioma inglés como una asignatura es un error. No, amigo. Despierte. El inglés hoy es una necesidad, diga si lo prefiere, una herramienta. Con esto quiero explicitar simplemente la gran importancia que reviste su aprendizaje y dominio adecuados para responder a las nuevas exigencias societales. Por tanto, ambos comentarios sólo evidencian sistemas educacionales memorísticos y cortoplacistas y, por otra parte, constituyen llamados de alerta para los profesores en cuanto a que es preciso ayudar a que los alumnos despierten si es que quieren entrar en este nuevo modelo, en donde el nuevo paradigma está embebido de conceptos tales como constructivismo, emprendimiento, aprender a aprender, aprender a hacer, aprender a vivir juntos, aprender a ser, aprendizaje en equipo, aprendizaje colaborativo, aprendizaje cooperativo, aprendizaje organizacional, organizaciones que aprenden, aptitud abierta al aprendizaje, es decir, ¡aprendizaje!

Entonces, como podemos ver, la adquisición de una lengua extranjera pasa necesariamente por cambiar nuestros esquemas mentales y entrar en un modelo constructivista en donde ambos actores se ayudan mutuamente. Personalmente prefiero hablar de corresponsabilidad. Sin embargo, esta corresponsabilidad también implica la creación de políticas educacionales que permitan sinergizar las distintas disciplinas para generar entornos propicios para la creatividad, expresión en plena libertad y crecimiento personal. Sólo bajo este esquema es posible llegar a dominar una segunda lengua. De otro modo sólo se trata de acumular léxico y frases clichés descontextualizadas y fácilmente desechables. Aprender una nueva lengua importa cultivar nuevas formas de pensamiento. No es posible hablar inglés pensando en chileno. Como tampoco es posible hacer negocios con Japón conociendo sólo su idioma. Aquí paralelamente es necesario transculturizar y abrirse hacia el cambio, flexibilizando nuestros patrones mentales y supervisando permanentemente el entorno, cada más cambiante.

Autor: Fernando Vera. Magíster en Ciencias de la Educación con Mención en Administración y Gestión Educacional y Magíster en Investigación Educativa(c).

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