La marca personal es nuestra etiqueta – cómo los demás nos perciben y
categorizan. Al respecto, tal vez podamos tener muchas competencias, pero si
nos mantenemos invisibles, ¿quién las conocerá? Este sello diferencial nos
entrega un claro foco de nuestro desarrollo personal al tiempo de potenciarnos
como líderes de pensamiento o como profesionales destacados en alguna área en
particular. En realidad, potencia nuestro éxito en nuestra carrera profesional,
permitiéndonos lograr todo aquello que motiva nuestras pasiones. Como yo lo
veo, la relación entre marca personal y éxito profesional es directa. Cuando
esto se entiende, ésta tiene el potencial de lanzar a la persona a nuevos
desafíos. Ahora bien, crear una marca personal, vale decir, un sello
diferencial como líder, emprendedor o profesional competente, toma mucho
tiempo, observación, estudios, autoanálisis y puesta en práctica de nuestras
competencias, aprovechando toda oportunidad que se nos presente o que la
generemos como necesidad en otros. Por cierto, la marca personal se relaciona
directamente con nuestra capacidad de liderazgo personal e interpersonal, con
nuestra capacidad para comunicarnos efectivamente, en diversos contextos e
idiomas, con nuestra capacidad para actuar proactivamente y con nuestro impulso para
responder con propuestas creativas e innovadoras. Adicionalmente, el
potenciamiento de nuestra marca personal catapulta nuestra imagen y nos abre las puertas hacia nuevas oportunidades, que, de otro modo, no veríamos.
Por tanto, a medida que vamos potenciando nuestra marca personal, que nos
hace únicos, vamos incrementando nuestras posibilidades de éxito y nos vamos
volviendo más competitivos: nuestra marca comienza a tener cierto peso. Además,
quienes trabajamos nuestra marca personal sabemos que el status quo ya no es aceptable en la industria; necesitamos salir de
nuestra zona de confort. Estos son los rasgos que caracterizan a los
emprendedores y a los infatigables buscadores del mejoramiento personal y
profesional. De hecho, la marca personal representa un estado mental
increíblemente poderoso. En este contexto, la búsqueda por potenciar nuestra
marca nos lleva siempre a estar insatisfechos con nuestro estado actual de
desarrollo, transformándonos así en aprendices por toda la vida. En
definitiva, la determinación de trabajar nuestra marca personal eleva nuestros
estándares como profesionales y nos impulsa siempre hacia delante.