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Tuesday, April 02, 2019

Actuando ante la incertidumbre y lo desconocido

Ningún profesional de este siglo actúa ni triunfa a ciegas, debe visibilizar cada desafío que enfrenta en su funcionamiento diario. En efecto, es frente a la incertidumbre y la sorpresa cuando emergen nuestras competencias más sutiles, aquellas que crecen continuamente en la barra horizontal de nuestra formación T-shaped y que nos permiten gestionar un imprevisto con una visión global.

En un escenario complejo, en donde tenemos que tomar decisiones a cada rato, el actuar con ingenio es la llave para obtener el mayor rendimiento y brindar los mejores resultados. Una gestión de la incertidumbre, basada en nuestros propios recursos personales, optimiza nuestros resultados, permite operar con eficacia y, de paso, descubrir mejores oportunidades, que otros simplemente no ven.

En otras palabras, debemos utilizar nuestro mate (cerebro) y pensar cada cosa cuidadosamente. Como dice el refrán: ‘Frunce el ceño y se te ocurrirá una estratagema’. En otras palabras, la observación reflexiva engendra sabiduría. Entonces, para deshacernos del hábito de actuar a ciegas, tan difundido en nuestro medio, debemos alentar a los demás a pensar críticamente, aprender el método analítico y cultivar el hábito de la observación reflexiva.

Un profesional de este siglo, que despliega competencias blandas, nunca tiene temor a la incertidumbre. De hecho, la mejor forma de demostrar dichas capacidades es actuar con determinación e ingenio ante lo desconocido. Es aquí en donde emerge nuestro pensamiento lateral, iniciativa e ingenio. Por tanto, muéstrate abierto a las sorpresas. Ocurrirán de todas formas, así que lo mejor es estar preparado para lo que sea. Sé positivo, las sorpresas te permitirán aprender y experimentar situaciones que ni siquiera habías imaginado. Cuando hay incertidumbre, ciertamente, hay riesgos. Pero, tendrás que aprender a minimizarlos y aceptar aquellos que no puedas eliminar.

Es más, la toma de decisiones ante lo desconocido nos abre enormes posibilidades para crear cursos de acción apropiados. Dejemos atrás la mala práctica de actuar a ciegas. Esto debido a que, a pesar de no contar con los insumos necesarios, poseemos nuestros propios recursos personales (ingenio personal), que es lo que marca la diferencia entre un profesional autónomo, con un alto desarrollo de competencias complementarias y otro dependiente, sin estos atributos diferenciales. Sin duda, nuestra capacidad de adaptarnos a escenarios cambiantes nos permite alinear nuestros propios recursos con las necesidades o desafíos emergentes. De este modo, podemos incluso llegar al concepto de "toma de decisiones adaptativa" y definirla como aquella capacidad superior que nos permite desplegar nuestras competencias complementarias ante cualquier situación inesperada.

Recuerda que a las personas ingeniosas se le ocurren soluciones creativas frente a lo desconocido, que los demás no visualizan, pues caminan como "caballos con anteojeras". Si deseas destacar, actúa inteligentemente ante situaciones que no tienen una hoja ruta a seguir. Aquí, se me viene a la mente la historia de éxito de Jim Koch, fundador de Boston Beer Co, quien cuenta que cuando comenzó con su compañía, no tenía una oficina. Así que comenzó a planificar su negocio en los bares, donde estaban sus futuros clientes. Como vemos, las personas ingeniosas nunca actúan a ciegas y siempre transforman los desafíos en ventajas.

Créditos de fotografía: Everett Collection



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